WAITRY

¡Llega el verano! Y con él, llegan los días soleados, las vacaciones y, por supuesto, los planes gastronómicos al sol. Pero, no nos engañemos, también llegan las necesidades en los restaurantes. Hablemos sobre esas necesidades que brotan como los tomates en un huerto en pleno agosto, pero también qué soluciones puedes empezar a aplicar. ¿Estás listo? 

Primero que nada, el verano trae consigo una avalancha de comensales hambrientos. ¡Los restaurantes se llenan hasta el tope! Las mesas se multiplican como por arte de magia y los camareros se convierten en auténticos malabaristas para atender a todos. ¡Un auténtico caos delicioso!

Pero aquí viene el primer problema: el calor. ¡Uff, qué calor! Con las altas temperaturas, los aires acondicionados trabajan sin cesar, pero a veces no es suficiente. El ambiente se vuelve sofocante y los clientes no pueden disfrutar de su comida en plenitud. ¡Vaya mala combinación!

Además, los pedidos aumentan exponencialmente en verano. Los ingredientes vuelan de las estanterías y las cocinas se convierten en verdaderas batallas culinarias. La coordinación se vuelve fundamental, pero con la cantidad de platos que salen, no es de extrañar que algunos se queden por el camino. ¡Ups! No queremos que ningún comensal se quede con el estómago vacío.