Salmorejo: Sencillez y Sabor en Cada Cucharada

INGREDIENTES:

1 kg de tomates maduros
200 g de pan blanco (preferiblemente sin corteza)
2 dientes de ajo
100 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre de vino blanco
Sal al gusto
Huevos duros y jamón serrano (para guarnición)

ELABORACIÓN:

Preparación de los Ingredientes: Remoja el pan en agua durante unos minutos para ablandarlo. Exprime el exceso de agua y desmenuza el pan. Lava y trocea los tomates en trozos grandes. Pela los dientes de ajo y córtalos en mitades. En una licuadora o procesador de alimentos, agrega los tomates troceados, el pan desmenuzado y los dientes de ajo. Tritura hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Agrega el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de vino blanco a la mezcla de tomate. Tritura nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Textura y Sazonado: Si deseas una textura más espesa, puedes ajustar la cantidad de pan o incluso agregar más pan. Agrega sal al gusto y vuelve a triturar para mezclar.

Refrigera el salmorejo durante al menos 1 hora antes de servir. Esto permitirá que los sabores se mezclen y que el salmorejo esté fresco y bien enfriado.

Guarniciones Tradicionales: Al momento de servir, corta huevos duros y jamón serrano en trozos pequeños. Estas guarniciones son clásicas y agregan textura y sabor al plato.

Sirve el salmorejo en tazones individuales. Agrega trozos de huevo duro y jamón serrano por encima para un toque de autenticidad.

El salmorejo es una crema espesa y deliciosa que destaca la simplicidad de los ingredientes frescos y locales. Esta especialidad andaluza es ideal para los días calurosos de verano, y su sabor y textura únicos hacen que cada cucharada sea un placer. Acompáñalo con guarniciones tradicionales o personaliza con tus propias combinaciones. ¡Disfruta de esta receta que encapsula la esencia de la cocina y el espíritu de España en su máxima expresión!